Madre Yvonne recorrió Casa Mornés y sueña verla de nuevo llena de formandas. Encargó la tarea a cada una de las presentes de buscar mínimo tres nuevas jóvenes vocacionables, prometiendo regresar cuando Casa Mornés volviera a estar llena de formandas.
Después de la presentación de las comunidades, M.Yvonne se reunió con las formandas y hermanas para la conferencia. Puntualizó la responsabilidad personal de cada una en el proceso formativo, ayudada ciertamente por Dios y las mediaciones, invitándolas a no tener miedo, a actuar siempre con rectitud de intención, a valorar las dificultades y limitaciones como oportunidades de crecimiento y como el momento salvífico en el cual si le damos espacio a Dios, Él puede hacer grandes cosas. Así como cuando en el momento de máxima debilidad de Madre Mazzarello después del tifus, Dios permitió que se gestara y naciera nuestro Instituto hace 140 años.
Invitó a todas a reapropiarnos de los valores salesianos que han llevado a tantas Hijas de María Auxiliadora por el camino de la santidad: el trabajo, la alegría, la entrega gozosa, la entrega voluntaria de nuestra vida al Señor, la disponibilidad misionera que caracterizó a nuestras primeras hermanas. Sin duda, todas sus intervenciones nos invitaron a gozar del sentirnos elegidas y enviadas por Dios dentro del carisma salesiano.
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